Capítulo 17

Aunque Eduardo confiaba en Isabel y estaba dispuesto a arriesgar incluso la reputación de la empresa por defenderla, Isabel no quería ponerlo en un aprieto, así que presentó su renuncia y asumió toda la responsabilidad del supuesto plagio. Mientras Isabel recogía sus cosas en el departamento de diseño, todos sus compañeros la miraban con tristeza. Nadie creía que ella fuera capaz de plagiar. Su talento y profesionalidad estaban por encima de cualquier sospecha. Cuando Eduardo volvió de la reunión con el consejo de administración y vio a Isabel empacando, se apresuró a detenerla. —Ya lo he explicado en el consejo. Eres la verdadera víctima de todo esto y no podemos dejar que cargues con esa culpa. Si te quedas con la fama de plagiadora, ¿cómo vas a abrirte camino en el sector? Isabel le agradecía de corazón su apoyo, pero no quería ser una carga para él. A raíz de este escándalo, Eduardo, aunque era el heredero de Grupo Rodríguez, había tenido que rendir cuentas varias veces ante los di