Capítulo 6

Dicho esto, saqué mi celular y busqué noticias sobre "Lorenzo" y "Rosa". Alguien había captado a Rosa saliendo de su casa, visiblemente agotada, sin nadie a su alrededor. Otros reportaban que su exposición de arte había sido cancelada por completo, e incluso la familia Ramírez sufrían las consecuencias. En cuanto a Lorenzo, un periodista había tomado una foto de él yendo solo a la playa. Se quedó allí un buen rato, como si estuviera buscando algo. En los comentarios, algunos lo criticaban por ser insensible, otros se burlaban diciendo que él merecía lo que le pasaba, mientras que algunos sentían lástima por él y lo llamaban "un tonto que perdió a su verdadero amor". Y yo, simplemente, lo encontraba absurdo. Su "verdadero amor" nunca fui yo. Él empezó a recordar, mientras yo me alejaba cada vez más. —Profe, ¿qué estás mirando? —Preguntó el niño Héctor Suárez, curioso, asomando la cabeza. Rápidamente apagué la pantalla del celular y le respondí en voz baja: —Nada, todavía no terminas tu