Capítulo 19

Después del banquete, Sandra y Joaquín regresaron a casa. El niño ya estaba dormido y la empleada lo había llevado a su habitación. En la enorme mansión, de pronto solo quedaron ellos dos, mirándose sin saber qué decir. Sandra se sintió incómoda sin una razón aparente y murmuró en voz baja. —Voy a desmaquillarme y cambiarme de ropa. Dicho esto, salió casi huyendo hacia la habitación del segundo piso y cerró la puerta. Apoyada contra ella, escuchó la suave risa de Joaquín y los latidos acelerados de su propio corazón. Se sentía muy rara... A pesar de que llevaban ya tres meses viviendo juntos desde que obtuvieron el acta de matrimonio, nunca antes le había parecido algo extraño. Pero hoy, después de brindar juntos con los mayores y enfrentar codo a codo a Alejandro, algo había cambiado silenciosamente. A los ojos de Sandra, Joaquín se veía más apuesto, más alto... Como alguien en quien se podía confiar. Sandra se cubrió las mejillas encendidas y suspiró. "Vaya... Ya soy madre, no deberí