Capítulo 21

Joaquín no parecía sorprendido. Soltó un leve suspiro y atrajo a Sandra entre sus brazos. —Eres demasiado buena... Puedes contar conmigo, al fin y al cabo, soy tu esposo. Al escuchar sus palabras tan tiernas y reconfortantes, los ojos de Sandra se llenaron de lágrimas sin poder evitarlo. Respondió con la voz entrecortada: —Solo estamos fingiendo... —Legalmente es real —dijo Joaquín con seriedad—. Y emocionalmente también lo es. —Como esposos, lo tuyo es mío por naturaleza. —Sandra, hace tres años me rendí, y hoy me arrepiento de ello. —Su expresión se volvió más severa que nunca—. Esta vez, no pienso ceder. Sandra finalmente dejó que las lágrimas rodaran por sus mejillas. Esa sensación de ser elegida y respaldada con tanta determinación... Era verdaderamente maravillosa. Al verla llorar, Joaquín se asustó un poco. Rápidamente esbozó una sonrisa para tranquilizarla. —¿Por qué lloras? No es tan grave... Tranquila, tengo un as bajo la manga. —¿Tú qué carta podrías tener...? —Sandra, entre