Capítulo 67

A la mañana siguiente. Armando estaba seguro de que Silvia llevaba en su vientre a su hijo, y la neblina que lo había envuelto en los últimos días se disipó de golpe. —Gustavo, muy pronto traeré de vuelta a mamá. Gustavo estaba a punto de salir para ir a la escuela cuando Armando bajó las escaleras; no pudo evitar compartirle la noticia. —¿De verdad? —Por supuesto. Armando lo pensó un momento, pero prefirió no contarle todavía que pronto tendría un hermanito o una hermanita. —¿Cuando mamá regrese ya no se volverá a ir? Gustavo recordó que aquella noche, antes de dormir, aún había estado escuchando los cuentos que Silvia le leía, y al despertar ella ya no estaba; incluso había llorado en secreto. —No, ya no se volverá a ir. —¡Bien! Voy a estudiar mucho para que, cuando mamá vuelva, pueda enseñarle mis buenas notas. Gustavo se fue contento rumbo a la escuela. Valeria, que había escuchado todo a un lado, dejó ver un destello de alivio en la mirada. Ella siempre lo supo: en el corazón de A