Capítulo 77
Durante varios días seguidos, cada vez que a Silvia le entraban antojos repentinos y quería salir a comer algo, en cuanto ponía un pie fuera, se topaba con Armando.
Llegó a sospechar que él le había puesto un GPS.
Durante ese tiempo, las frutas y los dulces que le enviaba eran exactamente los que a ella le gustaban.
Después de que Silvia volviera a rechazar otra invitación a cenar juntos, Armando regresó a la mansión para acompañar a Gustavo.
Estos días había estado tan ocupado llevándole comida a Silvia que había descuidado un poco a su hijo.
—Papá, ya ha pasado mucho tiempo, ¿no crees que deberías traer a mamá de vuelta?
Nada más verlo llegar, Gustavo primero se emocionó un poco, pero luego, con expresión decaída, preguntó por Silvia.
Quería decir que Armando le había mentido: le había prometido que traería a Silvia de vuelta a casa y, al final, ni siquiera veía su sombra.
La firmeza en los ojos de Armando ya no estaba; Silvia estaba decidida a divorciarse.
Estos días él había pasado

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda