Capítulo 33
—No creo en ti tampoco.— Aurora se levanta de su lado y se sienta al lado.
La confianza ha desaparecido en el matrimonio.
Qué irónico.
Juan, sin prisa alguna, enciende un cigarrillo calmadamente y pregunta: —¿Entonces, hablaremos cuando me creas?
Aurora realmente quiere golpearlo, pero él posee su broche, así que está bajo su control. Suspira y dice: —No me queda otra opción.
...
Silvestre llega a la villa en la Calle Platanus, número 6.
Juan está sentado con las piernas cruzadas en un sofá de color marrón claro, fumando y con un arañazo visible en el cuello.
Aurora, con los brazos cruzados, está sentada en un sofá individual, creando una atmósfera... extraña.
—Llévale esto a Gastón.
Silvestre, sosteniendo la caja con el broche, se queda atónito. —Pero esto es para Aurora, ¿por qué se lo debo llevar a Gastón?
—Si te digo que vayas, vas, sin más preguntas—, responde Juan fríamente.
Silvestre asiente con un sonido.
¿Llama para que venga, para entregar el broche arreglado a Gastón?
—Despu

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