Capítulo 17

Afortunadamente, vine con un chofer. Cuando Manuel estaba desesperado y sin saber qué hacer, le brindé un poco de ayuda. Llegamos al hospital. El doctor buscaba a un familiar para firmar el consentimiento de reanimación. La mano de Manuel temblaba al intentar tomar la pluma para firmar. Le detuve la mano. —¡¿Qué haces?!—me gritó Manuel.—Nuria no tiene tiempo... Fruncí el ceño.—No puedes firmar. En la vida pasada, Manuel no tenía ninguna mancha en su historial. Era un prodigio en el mundo de las relaciones públicas. Pero lamentablemente, se vio envuelto en un juicio; la gente decía que firmaba documentos irresponsablemente para aprovecharse de otros y sacar dinero. En realidad, aquella familia solo quería extorsionar el dinero de Manuel. En ese entonces no lo entendí bien, pero ahora creo que todo se originó en la firma de este documento de reanimación. —Doctor, este amigo mío no tiene ningún vínculo de parentesco con la persona que está en reanimación. —Por lo