Capítulo 161

Con las palabras de Carmen. Todas las personas presentes miraron, sorprendidas y emocionadas, a ese Diego que se mantenía tan sereno. Si Diego realmente aceptaba, ¡eso significaba que todos los presentes hoy serían sumamente afortunados! Incluso Ximena no pudo evitar mirarlo, atónita. Observaba el perfil tranquilo de Diego y, poco a poco, sentía... que le resultaba increíblemente extraño. Tantos años de matrimonio... Y aun así, no sabía que Diego también dominaba esas habilidades. ¡Diego nunca había sido sincero con ella! Hasta Beatriz se puso seria, enderezó el cuerpo y, algo dudosa, murmuró: —¿No será que Diego acepte de verdad? ¿Eso no sería ayudar a Carmen a humillarte...? Ximena frunció levemente los labios, contemplando todo con cierta calma. Carmen se giró, miró a Diego con dulzura y le extendió la mano: —Si pudiera donar más escuelas a nombre de los niños, ese honor quisiera compartirlo a tu lado, Diego, ¿aceptarías? ¡Aquello no era menos que una confesión! ¡Qué palabras tan he