Capítulo 1201
Yesenia se secó las lágrimas. —Alberto, como Lorena es la esposa de Pedro, temía que no me creyeras, por eso me adelanté a grabar el audio. No me pasa nada; lo que ya ocurrió no puede revertirse, por más que lo explique, no servirá de nada. De ahora en adelante, no volveré a aparecerme delante de Lorena; donde ella esté, yo me mantendré siempre a tres pasos de distancia. Además, ahora ya no quiero mostrarme ante nadie.
Se cubrió el rostro y se hundió en el agua.
Alberto la sacó de inmediato, sintiendo cómo se le desgarraba el pecho, como si el aire le entrara a borbotones. —Voy a buscar justicia —dijo con voz grave.
Nada más terminar de hablar, Yesenia estalló en una risa llena de lágrimas. —Alberto, sé que lo haces por mi bien, pero si vas, ¿crees que Pedro me dejará en paz? Frente a ellos dos soy como una hormiga; no tengo escapatoria. No vayas, ¿sí? Te lo ruego.
Alberto se quedó rígido. Por supuesto que sabía cuánto consentía Pedro a Lorena; si a ella le pasara algo, él estaría disp

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