Capítulo 1266

La mirada de la mujer se dirigió hacia Lorena; se posó sobre ella durante unos segundos antes de apartarse. Cuando volvió a mirar a Elena, su expresión adquirió un matiz de ternura. —Esta vez que regresaste de Norteamérica, ¿tu padre no te ha tratado muy bien, verdad? Los ojos de Elena se oscurecieron y soltó una risita fría. —Así es. Solo fallé en una cosa, ¿y qué? Mis hermanos han cometido errores mucho peores que los míos. —¡Paf! Una fuerte bofetada resonó contra su mejilla. Elena se llevó la mano a la cara; parecía ya acostumbrada a ello. El semblante de la mujer se endureció y, al ver la expresión desafiante de Elena, volvió a abofetearla. —¿Qué es esa cara? ¿No te he dicho que debes obedecer absolutamente a tu padre? Todo lo que tienes te lo ha dado él. Si no lo obedeces, no tiene por qué conservarte a su lado. La mirada de Elena se volvió sombría; sintió que venir aquella noche había sido una completa pérdida de tiempo. Soltó una leve carcajada y luego se levantó. —Ya lo sé. Sol