Capítulo 129
Xavier sonrió dulcemente, con la comisura de los labios ligeramente curvada: —Si algún día Yago deja de quererte, puedes venir a buscarme.
Gisela no le prestó demasiada atención. Sabía perfectamente que el estatus de Yago era mucho más alto que el de él.
Además, en la casa de los Guzmán aún tenía la oportunidad de encontrarse con el misterioso y noble Pedro. Si se esforzaba lo suficiente, tal vez Pedro terminaría enamorándose de ella.
Por su parte, desde que se marchó, Yago no había logrado tranquilizarse.
Sin darse cuenta, condujo hasta las afueras del hospital psiquiátrico donde estaba internada Lorena, pero no se atrevió a entrar.
Reprodujo la grabación de aquella noche desde el principio hasta el final. Cuanto más la escuchaba, más se le enfriaba el corazón, porque reconocía perfectamente la voz del doctor que hablaba.
Respiró hondo y apretó con fuerza el volante con ambas manos. Enseguida averiguó la dirección del doctor Cristian y fue en su búsqueda.
Este último había pasado el d

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