Capítulo 1431

En ese momento, Sebastián dormía abrazado a los dos perros y la niña pequeña también se había acurrucado a su lado, ocupando solo un pequeño espacio. Emilio no los molestó. En su lugar, bajó y dio instrucciones al chef para que preparara más platillos que pudieran agradarles a los niños. El chef mostró cierta dificultad. —Señor, parece que Sebastián solo come dos cosas: huevos y arroz. —No importa si se los va a comer o no, tú prepáralos de todos modos. El chef no tuvo más opción que asentir. Pero, en los dos días siguientes, Sebastián solo comió esas dos cosas. Y cada vez que terminaba de comer, se iba acompañado de los dos perros. La niña, como si fuera su pequeña sombra, lo seguía en todo momento. Emilio intentó interactuar con Sebastián durante esos dos días, pero no logró encontrar ningún punto de quiebre. Lo más complicado era que el niño no decía ni una sola palabra, así que no había manera de saber lo que estaba pensando. Además, Emilio tenía otros asuntos pendientes, por lo qu