Capítulo 1492
A Sebastián le hormigueaba el pecho, era una sensación muy peculiar.
Lorena temía que se sintiera un poco incómodo, así que lo soltó, le tomó la mano y, con la otra, se enganchó del brazo de Pedro. —Vámonos, volvamos.
La mirada de Pedro se posó sobre Sebastián.
Él se contuvo durante mucho rato, pero no sabía cómo debía llamarlo.
Pedro apretó los labios, sentía que, en su vida pasada, le debía algo a ese niño.
Giró y besó la mejilla de Lorena. —Está bien, volvamos.
Subieron al auto y regresaron a la finca.
Los dos perros corrían por el patio. Al ver que regresaban, corrieron directo hacia ellos.
Luego se detuvieron con firmeza. No se lanzaron sobre nadie, pero movían la cola como locos.
Sebastián estaba de muy buen humor. Tomó la cara de Titán entre sus manos, le tiró con fuerza de la cola y salió corriendo.
Titán y Ares se apresuraron a perseguirse entre ellos hasta llegar a una esquina.
Sebastián le habló con seriedad a Titán. —Siéntate.
Titán se sentó, levantando la cabeza, prestando

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda