Capítulo 243

Josefina trabajaba esa noche en el Hotel Sol y Luna. No habían pasado ni diez minutos desde que recibió la llamada cuando ya estaba saliendo para ayudarla. —¡Lorena! Su rostro reflejaba una profunda preocupación mientras la sostenía y ayudaba a entrar en la sala de descanso para empleados del Hotel Sol y Luna. Lorena tenía el rostro pálido por el dolor, pero aun así intentó tranquilizarla: —Estoy bien. —¿Cómo que estás bien? Me queda media hora para salir del trabajo. Quédate aquí un rato y luego te llevo al hospital. Estas son pastillas para el dolor, toma un par. Lorena se sentó en una silla, apoyando la espalda contra la pared. —No quiero tomar nada. Quería grabarse aquella sensación que le había dejado Patricia, para poder vengarse sin titubeos cuando llegara el momento. —Está bien, no las tomes. Espérame aquí. Lorena asintió lentamente. Ahora que todo se había calmado, solo sentía la mente embotada. La sala de descanso para empleados estaba bastante alejada de los salones del Hote