Capítulo 259

—Jefe Pedro... —¡Lorena! Hablaron casi al mismo tiempo. Los ojos de Pedro mostraban una expresión compleja; incluso parecía haber en ellos un atisbo de herida. —Fui yo. ¿Qué piensas hacer? ¿Apuntarme con un arma otra vez, como anoche? Lorena se sorprendió un poco. No esperaba que él se tomara tan en serio lo ocurrido la noche anterior. Tan en serio que, al mencionarlo ahora, su tono era distinto al habitual. Frunció levemente el ceño. —No tienes que darle importancia a lo de anoche, fue algo forzado. —Heh, quieres matarme y luego me dices que no le dé importancia. —No quería matarte. Anoche tú... olvídalo. Creo que lo de la familia Flores no fue obra tuya. Se giró para marcharse, pero de pronto recordó algo. Volvió a fruncir el ceño y lo miró. —Pero, jefe Pedro, estos días te has comportado de un modo un poco extraño. Muchas veces, el tono en que él se dirigía a ella no era el propio entre un superior y su subordinada. Pero estaba claro que entre ellos solo existía una relación de jefe