Capítulo 263

Ya antes había intuido vagamente que no era fácil de complacer, pero no imaginó que sería tan difícil. Incluso tenía su propia teoría al respecto. De repente, ella ya no supo cómo explicarse y, en lugar de seguir hablando, simplemente se levantó y se sentó sobre su cintura. Cuando los adultos están en una relación, no siempre se necesitan tantas teorías; a veces, un abrazo basta para resolverlo, y entonces ya no hace falta hablar tanto. Para alguien con un estado emocional frágil, las palabras pueden malinterpretarse fácilmente. Ella se esforzó en el gesto y le susurró al oído: —Esta noche puedes hacer conmigo lo que quieras, ¿sí? No te enojes más. Su cuerpo se tensó al instante y, al segundo siguiente, parecía que quería devorarle los labios por completo. Él ya se había calmado, pero la cintura de Lorena estaba a punto de romperse. Al día siguiente, durmió hasta el mediodía. Cuando bajó de la cama, casi se arrodilla. Apretando los dientes, se sostuvo de la cama para incorporarse lenta