Capítulo 353

La persona encargada de la vigilancia no tuvo más remedio que llamar a Lorena. En ese momento, ella estaba ocupada revisando los documentos del proyecto con la familia Castro. Al ver la identificación en la pantalla, dudó unos segundos, pero contestó la llamada. —¿Qué pasa? —Señora Lorena, parece que el estado de ánimo del señor Juan no es muy bueno. Ella arrugó la cara y apartó los documentos a un lado. —¿Qué le sucede? El vigilante pensó que era Lorena quien había enviado a Sara, así que prefirió no mencionar nada al respecto. —Tiene muchas ganas de verla. Lorena respiró hondo. —Que aguante, tiene que aprender la lección esta vez. Además, como no lleva mucho tiempo en esa situación, mientras tenga fuerza de voluntad, seguro que podrá recuperarse. El vigilante miró la puerta cerrada y, al final, solo pudo suspirar. —Señora, si tiene tiempo, debería venir a verlo. Al fin y al cabo, es su hermano de sangre. Lorena se frotó las sienes. —Iré por la tarde. Terminó de procesar los documento