Capítulo 38
—¡Bien! ¡Descansa ahora!
Lorena estaba realmente cansada, sus párpados temblaban sin cesar y se quedó dormida inclinada a un lado.
Sofía solo entonces notó que las rodillas de Lorena estaban cubiertas de sangre, lo que parecía algo aterrador. Como la cámara aún estaba encendida, no podía decir mucho, solo admiraba en silencio a Lorena.
Lorena durmió cuatro horas y al despertar escuchó al conductor y a Sofía charlando.
El tono de Sofía era preocupado: —Deberíamos dejarla descansar un poco más, además es muy desagradable que estén esparciendo rumores sobre nosotros.
El conductor, un hombre de mediana edad que siempre había sido el chofer del Grupo Fortaleza, intervino.
—Sofía, es mejor despertar a la señorita Lorena, si no, vamos a perder clientes.
—Pero no durmió en toda la noche, dejémosla dormir una hora más.
Ambos hablaban en voz baja, pero Lorena se despertó de todos modos, se frotó el entrecejo con la mano, con voz ronca.
—¿Qué ocurre?
Los ojos de Sofía se iluminaron de inmediato:

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda