Capítulo 523

Ella lo miró sin mostrar la más mínima emoción, y habló con absoluta calma. —Señor Rubén, así ya no tiene sentido. Rubén, aunque estaba molesto, aún conservaba la paciencia. —Rosario, cuando estuvimos juntos, nunca dijiste que estabas casada. Ahora quieres usar esa excusa para deshacerte de mí, ¿de verdad crees que no puedo aceptar estar con la esposa de otro? Rosario arrugó las cejas. —Tengo entendido que usted también está casado. Él apoyó la mano lentamente en su cintura, deslizándola un poco hacia abajo, y en su mirada brilló una chispa. —Me voy a divorciar. La esposa que tengo en casa es solo un adorno. Si tanto te importa, ¿acaso quieres casarte conmigo? Eso sí que no. Lo decía a propósito, intentando provocarle alguna reacción. Pero ella simplemente tomó su mano y la apartó con suavidad. —Tengo cosas que hacer, no voy a seguir con esto. Apenas avanzó unos pasos, él la jaló bruscamente hacia atrás. —Tu esposo también es un adorno. Nosotros somos tan compatibles, ¿de verdad quiere