Capítulo 614

Era día laborable, pero al bajar las escaleras, vio a Pedro sentado en el sofá. Sin embargo, si Pedro no estuviera, ella se quedaría atrapada en el dormitorio principal, sin poder ir a ningún otro lugar. Al pensar en eso, se enfadó mucho. Se sentó en el extremo opuesto del sofá y vio que la empleada ya había traído el medicamento. Pedro, sin saber qué era ese medicamento, preguntó: —¿Dónde te encuentras mal? Lorena tomó la medicina y la tragó con el agua tibia que tenía al lado, respondiendo con frialdad: —La boca, tengo una alergia, ¿no lo ves? Está tan hinchada. Pedro dejó de teclear en el ordenador y la miró, sin saber cómo responder. Lorena, incómoda por su mirada, apretó los labios y, al volver esa sensación de dolor adormecido, no pudo evitar soltar un "ay". Él volvió a mirar la pantalla y esbozó una leve sonrisa. Al ver que él estaba de buen humor, ella aprovechó para preguntar: —¿Cómo va la investigación sobre lo de Ignacio? ¿No dijiste que me ibas a ayudar a investigarlo? —Sig