Capítulo 777

Cuando Salvador escuchó los disparos desde dentro, sus dedos, que sostenían el cigarro, temblaron levemente, sin saber qué había ocurrido. Arrojó el cigarro al basurero que tenía al lado y, sin pensarlo, abrió de golpe la puerta del auto. Dentro del vehículo, Pedro abrazaba a Lorena, sus manos temblaban ligeramente, sin saber siquiera qué hacer. Una expresión compleja cruzó rápidamente por los ojos de Salvador. —Llévala al hospital. Pedro intentó levantarla para llevarla al hospital de inmediato. Pero sus manos estaban débiles, le temblaban con fuerza. Salvador la tomó rápidamente en brazos y se dirigió hacia el hospital. Pedro se quedó parado varios segundos antes de seguirlos. Sentía que el suelo bajo sus pies era como de algodón, blando y sin firmeza, el mundo ante sus ojos aparecía borroso, todo se sentía irreal. Solo aquella escena se repetía en su mente una y otra vez, como si quisiera grabarse en lo más profundo de sus huesos. Caminó desorientado por el pasillo del hospital y vi