Capítulo 785

Lorena lo jaló hacia la cama, sintiendo la humedad en su cabello, y arqueó una ceja. —¿Te bañaste antes de venir? Él no dijo nada y desvió la mirada hacia un lado. Lorena apretó los dientes, pensando que este hombre realmente era demasiado callado. Aunque la boca de Pedro era difícil de abrir, estaba segura de que con la lengua sería mucho más fácil. Y efectivamente, en cuanto lo besó, él se volvió obediente. Su mirada se volvió profunda de inmediato, puso las manos sobre su cintura y, tras dudar varios segundos, preguntó: —¿Qué es exactamente lo que quieres saber? Para esto había tenido que sacrificarse tanto. Lo que siguió después ocurrió de forma natural. Cuando Lorena tomaba la iniciativa, él no podía rechazarla. De hecho, no solo no la rechazaba, ni siquiera podía pensar con claridad. Cuando finalmente se detuvieron, el cielo ya comenzaba a clarear. Lorena estaba realmente agotada, se dio la vuelta y bostezó. —Te lo pregunto cuando despierte. Pedro, acostado al borde de la cama, l