Capítulo 822

Lorena no pensó en nada más, porque la cabeza le dolía demasiado. Llamó enseguida a Pedro; él respondió, pero al otro lado todo estaba en absoluto silencio. —He ido a mi pueblo natal y ya he regresado. Sí recordé algunas cosas, pero no encontré más pistas. ¿No habías dicho que dentro de un mes irías a Norteamérica con la familia Guzmán? Pedro, quiero acompañarte. Ahora mismo voy a Jardines de la Paz a esperarte; cuando termines de arreglar tus asuntos, ven a buscarme. Él guardó silencio durante diez segundos antes de responder, con la voz ronca: —Si es que para entonces aún quieres hacerlo. No era la primera vez que decía algo así. Lorena sabía que su enfermedad mental debía de ser muy grave, tanto que estaba convencido de que ella lo dejaría en cualquier momento. Respiró hondo. —Quiero hacerlo. Pero tú tienes que regresar. Él había ido a buscar a Iván; sin duda, este había tocado algo muy importante para él. Sin embargo, ella siempre había creído que, en el mundo de Pedro, lo más impo