Capítulo 959
Benjamín tragó lo que tenía en la boca y, tras pensar un buen rato, soltó una frase. —¿Estás loco o qué?
Lorena lo notó enseguida, Benjamín no había reconocido en absoluto a esa persona.
Ella se colocó frente a Benjamín y, encarando a Ezequiel, dijo: —Ezequiel, Benjamín es mi hermano de sangre, no es tu herramienta para matar.
Ezequiel apretó los labios, pensó durante varios segundos y luego extendió las manos.
Lorena se sintió algo desconcertada, preguntándose qué pretendía aquel hombre. Al instante, escuchó a Ezequiel decir: —Mil quinientos millones de dólares. Tú me los das.
En su momento, Ezequiel había gastado mil quinientos millones de dólares para rescatar a Benjamín, y luego Lorena se lo había arrebatado; según la lógica, ella debía devolverle el dinero a Ezequiel.
Pero Lorena no tenía manera de reunir semejante suma, así que respondió con toda la seguridad del mundo: —No los tengo.
Los ojos de Ezequiel se enrojecieron de inmediato. Guardó silencio unos segundos y luego avanzó

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