Capítulo 75
Regina apretó con firmeza la mandíbula y, recordó la escena de la primera vez en la casa de los Ruiz.
Aquel día, Alonso estaba igual.
El rostro muy enrojecido, la respiración dificultosa en fin...
Regina aguardaba asustada afuera de la sala, y cuando el médico salió, ella se apresuró, ansiosa, a preguntar por su estado.
El joven doctor tenía un aire distante y severo, lo que aumentó aún más la preocupación de Regina.
Por suerte, aquel médico de facciones delicadas respondió: —El señor Alonso está bien, pero la situación del paciente es confidencial. No podemos divulgarla sin autorización expresa de él.
Regina asintió para mostrar comprensión. —¿Y ahora se encuentra mejor? ¿Puedo pasar a verlo?
El doctor asintió y, al mirar a Regina, sus ojos mostraron cierto matiz inquisitivo.
Pero Regina, tan preocupada, no notó nada de aquello. Ya no podía esperar más tiempo para ver si Alonso había mejorado.
En la habitación individual reinaba el silencio.
Alonso ya había recuperado su aspecto habit

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