Capítulo 1023

Claudia hizo una expresión de preocupación. —Justo pensaba regresar a casa, pero no tengo dinero para un taxi. Estaba pensando en volver en una bicicleta. Luego miró a su alrededor, de un lado a otro. —Pero aquí no hay bicicletas, iba a salir a buscar una. Al oírla, Camila respondió: —Claudia, no hace falta busques una bicicleta. ¿A dónde vas? Yo te llevo. Los ojos de Claudia brillaron de inmediato, aunque todavía mostró cierta reticencia. —¿No estará mal? ¿No les haré perder tiempo? Camila negó con la cabeza. —No será ninguna molestia, Claudia, sube al auto. Dicho esto, abrió la puerta trasera. Claudia ya no insistió. Sonriendo, miró a Samuel. —Señor Samuel, gracias. Después, subió al asiento trasero. Samuel miró a Camila. —Sube tú también. Ella se sentó en el asiento del copiloto. Samuel se acomodó en el asiento del conductor, encendió el motor y pisó el acelerador, avanzando por la carretera. El lujoso auto se desplazaba con suavidad. Camila giró la cabeza y preguntó: —Claudia, ¿dón