Capítulo 1081

Samuel ni siquiera se dignó a mirar a Elena de nuevo. —¡Llévensela! Elena fue escoltada fuera. Teresa ya no sentía ni una pizca de compasión por ella. En su opinión, ella se lo había buscado. Teresa volvió la mirada hacia Camila. —Camila, Elena ha ido. Por fin, este asunto terminó. Samuel dijo con frialdad: —Haré que el equipo de abogados del Consorcio Miramar presente una demanda contra Elena. No volverá a salir de prisión en toda su vida. Luego posó la mano sobre el vientre de Camila. —¿Estás bien? Camila apenas sonrió. —Por supuesto que sí. Estoy muy bien, y el bebé también. Samuel arrugó la frente. —Al principio no estaba de acuerdo con este plan. Ya tienes casi siete meses de embarazo. ¡Ni tú ni el bebé pueden correr ningún riesgo! Aquel plan de darle la vuelta a la situación había sido idea de Camila. En un principio, Samuel se opuso rotundamente: era demasiado arriesgado, y nadie podía prever qué locuras cometería una psicópata como Elena. Lo único que él deseaba era que Camila