Capítulo 180
¿Qué está diciendo?
¡Este hombre es tan despreciable!
—¿Presidente Alberto, qué diablos pretende hacer?
Alberto miró sus pequeñas manos escondidas tras su espalda. —Muéstramelo.
Raquel, furiosa, le arrojó la ropa a esa maldita cara tan atractiva. —¡No!
Alberto no hizo ningún intento por esquivarla; la prenda cayó sobre su rostro y luego al suelo, sobre la alfombra. Él levantó su pequeña cara, blanca como el jade, con una mano. —¿Puedes ponértelo para Ramón, pero no para mí?
Ella, con su rostro pequeño entre sus manos, se vio obligada a levantar la vista hacia él. No entendía lo que él estaba diciendo.
No se lo había mostrado a Ramón.
Ni siquiera se lo había puesto.
Ni siquiera sabía por qué el servicio de habitaciones le había dejado esa ropa.
—Presidente Alberto, si realmente quieres verlo, ¡ve a buscar a Ana!
Le dijo que fuera a buscar a Ana.
Alberto esbozó una sonrisa sarcástica. —Ana es pura y limpia, no se pondría algo así. ¿No es esa ropa más bien para una muj

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