Capítulo 261
Ana le pidió a Raquel que se fuera.
Raquel miró a Alberto.
Alberto sostenía la mano de Ana y lentamente levantó la cabeza para mirarla.
Sus miradas se cruzaron.
Alberto aún no había hablado, pero Raquel apartó la vista. Le dio una mirada a Ana y, sonriendo ligeramente, dijo: —Me alegra que estés bien, si mi presencia incomoda tanto entonces me voy.
Raquel se dio la vuelta y se fue.
Sin embargo, no se fue de inmediato. Se quedó afuera de la puerta, escuchando las voces dentro.
Ana, con tono de queja, acusó: —Alberto, dime, ¿acaso dormiste con Raquel?
Alberto miró hacia la puerta y luego sus ojos se posaron en el rostro pálido de Ana. —Ana, lo siento.
Lo admitió.
Ana mordió su labio. —Alberto, ¿por qué? ¡Me dijiste que tú y Raquel ya habían terminado!
Los ojos de Alberto se oscurecieron. Sí, él había dicho que había terminado con Raquel, pero no pudo controlarse.
Él iría a buscar a Raquel.
—Alberto, ¿olvidaste lo que te dije? ¡Te advertí que no te acercaras a Raq

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