Capítulo 280
Los ojos de Alarico brillaron al ver a Elena. —¿Elena, eres tú?
Elena llevaba una blusa blanca y azul con cuello marinero, y una falda corta negra que acentuaba perfectamente su figura. De pie frente a Alarico, con las piernas juntas, sonrió dulcemente y dijo: —Alarico, hoy me dejaste subir a tu e para refugiarme de la lluvia. Ahora yo te ayudo con el paraguas. Creo que estamos a mano.
Alarico sonrió.
—Alarico, ¿tienes una cita? Si es así, quédate con el paraguas. Yo me voy.
Dijo Elena, comenzando a alejarse.
Sin embargo, después de dar un paso, tropezó y se torció el tobillo, soltando un "¡Ay!" de dolor.
—¿Elena, qué es lo que te pasa?—Alarico se acercó rápidamente, preocupado.
Elena, con los ojos llenos de lágrimas por el dolor, lució débil y vulnerable. —Me torcí el tobillo... duele mucho...
—Déjame llevarte a la enfermería para que te lo revisen.
Dijo Alarico, extendiendo los brazos y levantando a Elena en brazos.
Elena, mirando su rostro juvenil y atractivo, preguntó: —Alarico, ¿n

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