Capítulo 486
Ana sonrió de inmediato. —No te afanes, No ha pasado nada, Alberto; sigue con tus asuntos.
Alberto miró a Ana con sospecha.
De pronto, Ana se sintió algo culpable; temía que Alberto notase algo extraño en ella, dado que, con su aguda percepción, era fácil detectar cualquier indicio.
De pronto, Francisco llegó con un documento y dijo: —Jefe, este contrato aún presenta algunos problemas.
Alberto entonces retiró su mirada. —Vamos al estudio a hablar de eso.
Llevó a Francisco de regreso al estudio para manejar documentos urgentes.
El corazón de Ana finalmente se tranquilizó; sonrió, consciente de que ahora no tenía que hacer nada más, solo esperar buenas noticias.
Esta noche, el bebé en el vientre de Raquel sería abortado.
¡Nadie podría amenazarla ahora!
...
Raquel conducía a toda prisa hacia el apartamento de Laura cuando Camila la llamó. —Hola, Raquelita, ¿por qué no pude comunicarme con Laura hace un momento?
Camila aún no sabía que Laura había tenido un problema.
—Camila, escucha, Laur

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