Capítulo 656
La sirvienta quería hablar: —señora Nysa, ella...
Nysa respondió: —Mis piernas ya no pueden sostenerme, así que tengo que usar una silla de ruedas.
Bethra preguntó, medio entendiendo la situación: —Abuela, ¿entonces estás enferma? No te preocupes, todo se pondrá bien, te voy a dar una paleta.
Bethra sacó enseguida una paleta de colores y se la ofreció a Nysa.
Nysa se quedó asombrada. Nunca antes había recibido una paleta de nadie.
Cuando era joven, era una señorita rica, educada en una escuela prestigiosa. Sus padres le enseñaron a obedecer los matrimonios arreglados por la familia, a apoyar en todo a su esposo y educar a los hijos. Nadie le había regalado una paleta.
Nunca había probado algo como una paleta, esa baratija estaba compuesta de todo tipo de colorantes.
Nysa se quedó paralizada.
Bethra colocó la paleta en la mano de Nysa. —Abuela, mira te la regalo para que la comas, ¡pero es muy dulce!
Al ver la sonrisa que se dibujaba en el pequeño rostro de Bethra, Nysa también ´sonrió.

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