Capítulo 879

Camila apretó el teléfono. No quería romper con él, pero lo hacía para salvarlo. No quería que él viviera toda su vida bajo la sombra. Quería que un día pudiera salir al sol y vivir plenamente. Héctor, en el pasado, había perdido a su padre siendo niño. Lo llamaban hijo de un narcotraficante, cargando cadenas invisibles. Luego perdió a su madre, sufrió un accidente, cayó por un acantilado. Su vida siempre había estado en la oscuridad. Ahora, como Samuel, había luchado por alcanzar la luz. Le faltaba solo un paso. Ella quería que viviera bajo el sol. Camila sostenía el celular y, con determinación, dijo: —Samuel, ya he terminado contigo. Tus asuntos los resuelves tú solo, eso es todo, voy a colgar. Camila iba a colgar el teléfono. Pero Samuel exclamó con furia: —Camila, baja. Camila respondió: —No voy a bajar. Samuel dijo: —Quieres terminar, ¿verdad? Entonces bájate y dímelo a la cara. ¿Por qué por teléfono? Estoy aquí, abajo de tu edificio. Baja ahora. —Samuel, ya dejé las cosas claras