Capítulo 958
Ella no se resignaba.
Paula salió corriendo tras Camila.
Camila caminaba por el pasillo cuando escuchó la voz de Paula que la alcanzaba. —Señorita Camila.
Camila se detuvo y la miró. —Secretaria Paula, hace un momento ya dejé todo muy claro. ¿Por qué sigues insistiendo? ¿Es que no tienes nada mejor que hacer?
A Paula le irritaba la actitud fría de Camila. —Señorita Camila, yo...
En ese instante, por el rabillo del ojo, Paula vio acercarse un hombre alto y apuesto: era Samuel.
Paula de inmediato cambió su expresión por una de aparente vulnerabilidad. —Señorita, yo no he intentado seducir al señor Samuel. ¿Por qué dices que soy una persona despreciable?
Camila no entendía en absoluto lo que Paula decía.
Entonces, Paula tomó la mano de Camila. —Señorita Camila, déjame explicarte, yo... ¡Ah!
Paula, al tomar la mano de Camila, se dio una cachetada a sí misma.
Tropezó hacia atrás, casi a punto de caer.
En ese momento, una mano se extendió y sujetó con firmeza el brazo delicado de Paula, impi

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