Capítulo 95
Ella no dejaba de llamarlo.
Su voz suave y melodiosa hizo que el joven al lado de Alberto volviera a mirar atrás, cautivado por el sonido.
Era una voz que invitaba a ser escuchada una y otra vez.
Alberto, con una expresión severa, decidió regresar.
Raquel ya estaba acostada en la cama. Alberto la miró molesto y dijo: —¿Qué estás haciendo?
Raquel se quedó en silencio. ¡Ella solo había querido ser amable!
—Voy a tomar una ducha fría. —dijo Alberto mientras entraba al baño.
Unos minutos después, salió y se subió a la cama, destapándose.
Ambos se quedaron acostados en silencio. Desde la habitación contigua seguían llegando los ruidos, las risas de una mujer y un hombre coqueteando. Aunque trataban de hablar bajo, aún podían escucharlo claramente.
Alberto pensó en tomar otra ducha fría. Estaba a punto de destaparse.
De repente, Raquel se movió. Ella estaba lejos de él al principio, recostada cerca del borde de la cama, pero ahora se había acercado y estaba pegada a su lado.
Su cuerpo sua

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda