Capítulo 7
—Fuiste tú quien aprobó mi renuncia.
—¡Imposible! ¿Cómo no voy a recordar que te permití renunciar?
El rostro de Diego empezó a mostrar signos de nerviosismo.
Inmediatamente buscó el registro de mi solicitud de baja.
Lo miré con total calma, sin sorprenderme en lo más mínimo. Solo sentía que era absurdo.
¿De qué podía acordarse él?
Solo le preocupaba si Cristina tenía un lugar donde vivir, si comía bien, si descansaba lo suficiente; de lo demás, nunca se enteraba.
No recordaba mi renuncia.
No recordaba el dolor de haberme abandonado.
Ni tampoco lo mucho que me esforcé por cada proyecto.
En realidad, no se alteraba por mi marcha, sino porque ya no tenía a nadie que le resolviera los problemas.
Cuando todo esto pasara, volvería a lo de siempre, coquetear con Cristina, ayudarle a quedarse con mis proyectos y permitir que todos me menospreciaran.
Finalmente, Diego encontró mi renuncia. Al ver mi nombre, sus ojos se abrieron como platos y retrocedió dos pasos, tambaleante.
Soltando una mald

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda