Capítulo 9

Marcos, con la mirada sombría y lleno de furia, le propinó una paliza a Hugo, pero el niño ni siquiera abrió la boca para llorar. Decidió llevarlo a casa, para que con Ana pudiera cultivar un poco de afecto. Cuando ella lo vio, la sonrisa en su expresión se congeló. Ella solo quería obligar a Patricia que se marchara, por eso fingió aceptar que Marcos trajera a Hugo para que ella lo criara. Jamás imaginó que lo hubiera traído de vuelta. —Anita, de ahora en adelante Hugo vivirá con nosotros. Haré que te llame mamá. Ella se quedó atónita, creyó haber escuchado mal y, tras unos segundos, preguntó: —¿Patricia también lo aceptó? Marcos la abrazó. —Ella se fue, pero yo la encontraré. En el futuro, tú estarás en Ciudad Estrella y ella en Cerro Azul, sin interferir una con la otra. —Después de todo, ella me dio a Hugo y también perdió a Silvia en Puerto Marfil. No puedo desentenderme de ella. —Anita, tranquila, la posición de señora Cordero solo puede ser tuya. Eso nunca cambiará. Aunque ella