Capítulo 49
Pedro mantenía los ojos cerrados, ignorándola por completo.
—¿Te has dormido?
Preguntó Leticia, con un tono de ligera satisfacción.
Observó a su "dormido" esposo y, con una sonrisa traviesa, hizo un sonido con la boca, "tsk tsk tsk", —Mi mamá decía que cuando un hombre se emborracha, es como un cerdo muerto, imposible de despertar.
Con una risa maliciosa, continuó, —¡Vaya, vaya! ¿Quién lo diría? ¡Tú, este ‘cerdo muerto’, caíste en mis manos!
Sin perder tiempo, Leticia estiró la mano y comenzó a pellizcar las mejillas de Pedro.
—Te pellizco, te pellizco, te pellizco, pellizco, pellizco. —repetía mientras jugaba con su rostro como si fuera plastilina, estirando hacia arriba y hacia los lados, disfrutando cada segundo.
Cuanto más jugaba, más divertida se sentía.
—Eso es por haberme molestado antes. Como dice el dicho, la venganza de una mujer nunca es tardía. —murmuró, cada vez más atrevida al asegurarse de que Pedro estaba profundamente dormido.
Leticia se inclinó un poco más hacia adela

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda