Capítulo 105
Julia bajó la cabeza, las lágrimas seguían cayendo, pero no dijo nada, estaba demasiado triste, inconsolable.
Álvaro le pasó un pañuelo de papel. —No llores.
Julia, mordiéndose el labio, dijo: —Solo estoy triste, se me pasará en un momento, Alvi, no te preocupes por mí.
Álvaro frunció el ceño, pero no volvió a hablar para consolarla. Su teléfono sonó, era una llamada de Ciudad del Atardecer, y Álvaro contestó frente a Julia, diciendo: —Estoy en Ciudad de Nubes, vuelvo hoy, entendido.
Colgó el teléfono y dijo: —Vamos de vuelta.
Julia apretó los dedos, y finalmente no dijo nada más.
De regreso en Ciudad del Atardecer, había un asunto urgente en la empresa de Álvaro, así que llamó a Adrián para que llevara a Julia a casa y él se fue.
En el coche, Julia fingió casualidad al hablar con Adrián: —Adrián, la última vez que tú y Alvi fueron a Ciudad de Nubes por negocios, ¿viste a Patricia?
Adrián estaba preparado y dijo: —¿La señora Patricia estaba en Ciudad de Nubes?
—¿No lo sabías?

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