Capítulo 67

Patricia se aseguró varias veces de que no le pasaba nada antes de ir a dar su declaración. En el camino, sentía un sudor frío recorrerle la espalda y las palmas de sus manos; intentaba controlar sus emociones, pero su mente no dejaba de reproducir noticias de sucesos, convenciéndose de que no podía ser una coincidencia, que alguien la estaba buscando. Y ese alguien, sin lugar a dudas, tenía que ver con ciertas personas. Las únicas que deseaban verla sufrir eran la diosa de Álvaro y la señora Alicia. Las únicas personas que quieren que le vaya mal son solo un puñado. Cuando la policía le preguntó si recientemente había tenido problemas con alguien, dudó unos segundos antes de responder: —¿Cuenta si la prometida y la madre de mi ex esposo me han causado problemas? El policía se quedó sorprendido un momento: —Cuéntame más sobre eso. El oficial que la atendía era muy joven, con un aire único que solo tienen los universitarios. La declaración fue muy detallada, sin dejar pasar ningún de