Capítulo 141
El pueblo contaba con farolas, pero bajo el manto de la noche oscura, aquella tenue luz apenas lograba destacar.
Especialmente en la entrada de este callejón, donde reinaba una penumbra densa. La débil iluminación alargaba la figura de Oscar, proyectando su sombra al suelo, erguida e imponente.
El rostro de Maristela se tiñó de un leve rubor. En honor a la verdad, Oscar era realmente atractivo, sobre todo con esa elegante y noble aura que lo envolvía: refinado como el jade, cortés y carismático.
Ambos pertenecían al mismo círculo social. Si no fuera porque era amiga de Paula y sabía cuánto Oscar la apreciaba, Maristela habría intentado conquistarlo en su momento...
Con un toque de expectativa en su voz, Maristela habló: —Señor Oscar, lo que acaba de pasar lo vio usted, ¿verdad? Justo iba a buscar a Ángeles para ajustar cuentas. ¿Usted se queda aquí para acompañarnos?
Pero Oscar negó con la cabeza.
Maristela lo miró con desconcierto, mientras una vaga sensación de inquietud

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda