Capítulo 534
Belén tenía los ojos enrojecidos y volvió a sollozar: —Yo también te he extrañado... Juan.
Después del momento tierno, Belén, recordando algo, agarró a la persona frente a ella y preguntó: —Juan, ¿no te habías ido con ese barco? Pensé que realmente habías muerto, casi no quiero seguir viviendo... Snif, snif...
—Belén, ¿no estoy aquí bien frente a ti? —El hombre frente a ella secó sus lágrimas y le dijo suavemente—: El tiempo apremia, hay cosas que explicaré más tarde.
—Belén, ahora vuelve al lado de Lourdes, tienes que asegurarte de que su hijo nazca sano y salvo.
Belén puchereó, y un destello de celos y descontento cruzó sus ojos, respondiendo con un resoplido: —¿Estás pensando en el niño de su vientre o en esa vieja?
—Mi amor, ¿acaso no sabes en quién pienso? —El hombre la embistió con fuerza, con un tono indulgente—: Te he dicho, te he extrañado tanto que casi me vuelvo loco.
Belén exhaló suavemente, su corazón lleno de sorpresa y dulzura por haberlo recuperado, y la sensación de ce

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