Capítulo 158
Luisa se quedó perpleja por un momento, pero rápidamente cambió su expresión de molestia por una sonrisa, transformándose su rostro a una velocidad asombrosa: —Andi, ya llegaste.
Andrés frunció el ceño con severidad: —¿Dijiste algo sobre Carlos?
Luisa no ocultó nada y respondió honestamente: —Carlos tocó la puerta hace un momento.
Fue entonces cuando Andrés notó la bolsa de desayuno junto a la pared. Al mirar hacia abajo, su tono fue indescifrable: —¿Vino a traerte el desayuno?
—Sí, no sé qué locura le entró de repente. Yo estaba durmiendo bien y él me despertó.
El disgusto y la irritación eran evidentes en los ojos de Luisa mientras hablaba.
Andrés preguntó: —¿Cómo sabía exactamente en qué piso y habitación estás?
Esa pregunta dejó perpleja a Luisa.
Es cierto, ella nunca le había dicho a Carlos su número de piso ni de habitación. ¿Cómo lo sabía?
Luisa respondió con desconcierto: —También me lo pregunto.
Andrés frunció el ceño: —No te preocupes, Luisita. Investigaré esto a fondo. Por a

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda