Capítulo 189
Luisa levantó la vista y observó hacia el interior del salón privado, encontrándose con los ojos aterrorizados de Leonardo. Esbozó una sonrisa sarcástica y dijo: —¿Así que esta es tu manera de negociar un acuerdo?
Leonardo había sido brutalmente golpeado por los guardaespaldas.
Luisa, con los brazos cruzados y plantada frente a él, miraba con ojos fríos que brillaban peligrosamente: —¿El hombre que me empujó en la calle fue enviado por usted?
Ser abogado es una profesión de alto riesgo. No es raro que los clientes, rencorosos, busquen venganza contra sus abogados, tal como le ocurrió al abogado Tomás, quien fue apuñalado por un cliente y casi muere.
Leonardo, arrodillado en el suelo, suplicaba: —¡Por favor, perdóneme! Me equivoqué, no volverá a suceder.
Luisa frunció el ceño: —Le pregunté si la persona que me empujó en la calle fue enviada por usted.
—¿Qué calle? ¿Qué empujón? —Leonardo parecía confundido: —No, yo no mandé a nadie. Es la primera vez que la veo.
Si no fue él…
¿Quién pod

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