Capítulo 362
La sirvienta entró con un termo de comida, desplegó la mesita y sacó los platos para acomodarlos. —Doña Ximena, este caldo de pollo lo cociné durante cinco horas, a fuego lento. Pruébelo...
—¡Llévatelo! ¡No quiero comer!— respondió doña Ximena con voz furiosa.
Las palabras iban dirigidas a la sirvienta, pero sus ojos se clavaron en Patricia, ardiendo de ira.
Patricia sonrió, tomó su bolso y se dio la vuelta para marcharse.
...
Francisco llevó a Aída a visitar a Luisa.
Abrió la puerta de la habitación del hospital y adentro había bastante gente.
Catalina y Fernanda habían llegado juntas hacía apenas unos minutos.
Fernanda sostenía un bolso de Hermès y bromeaba con Luisa, —Cariño, este bolso lo compré para ti en Francia. En nuestro país todavía no se consigue. Recíbelo con este bolso te vas a recuperar rapidísimo.
Catalina estaba de pie al lado, con una caja de Cartier en la mano. Sonriendo con agrado, dijo: —Luisita, esta pulsera te la compré yo.
Luisa sonrió, —¿Ustedes por qué trajeron

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