Capítulo 390
La comida transcurrió en un ambiente algo tenso.
Francisco y Andrés libraban una lucha silenciosa.
Luisa fingió no darse cuenta.
Fabiola también intentó ignorarlo por completo.
Después de la comida, Andrés propuso llevar a Luisa y a Violeta a casa.
Luisa dijo: —Tranquilo yo vine manejando.
Andrés respondió: —Entonces súbete conmigo, igual vamos por el mismo camino.
Luisa: ...
—¿No tienes que llevar a la señorita Fabiola?— Luisa le lanzó una mirada fulminante a Fabiola.
—Ella también vino en su auto.— Andrés ni siquiera miró a Fabiola y le habló a Luisa con voz suave.
Luisa lo miró con fastidio. —¿Tú no viniste manejando también? ¿Por qué tengo que llevarte?
—Hace un momento, Sergio me escribió para decirme que su auto se averió en el camino. El remolque tarda aproximadamente una hora en llegar y él tiene algo urgente que hacer en casa. Así que mandé al chofer a recogerlo, está cerca, y justo hoy traje al chofer.
Francisco soltó una risa sarcástica, con tono burlón. —Qué coincidencia, ¿

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