Capítulo 79
Ana e Isabel regresaron a la sala de estar, seguidas por José.
—¡Oye, campesina, estás loca! ¿Por qué les das dinero? —preguntó José con una actitud ruda pero infantil.
Tenía ojos agudos y había visto a Ana entregarle una tarjeta bancaria a la señora Carolina.
La familia Ruiz estaba en bancarrota, apenas podían mantenerse a sí mismos, ¡y Ana seguía dando dinero a otros, y nada menos que a la abuela de alguien que intentó asesinarla!
¡Qué tonta!
José miró de nuevo el vestido sin marca que Ana llevaba puesto. Desde que había regresado, solo llevaba el uniforme escolar o vestidos sin marca, nada nuevo. Antes, su padre había sido muy parcial.
Las ropas de marca de Elena eran siempre diferentes cada día.
Ahora que la familia estaba en quiebra, ni él tenía ropa nueva, y Ana menos aún.
¡Realmente estaba peor que él!
Ana, consciente de los pensamientos de José, lo miró de reojo. —No es asunto tuyo.
—¡Tch! —José soltó una risa desdeñosa. —¿Quién quiere meterse en tus asuntos? ¿Te has gastad

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