Capítulo 21

Gloria estaba sentada en el refinado Palacio de los Sabores, contemplando los platos que antes solía amar, pero en ese momento no tenía nada de apetito. Abelardo la miraba con sumo cuidado y preguntó en voz baja: —Glori, ¿no te gusta? ¿Quieres que vayamos a otro restaurante? —No hace falta. —Ella miró a Abelardo, inexpresiva. —Si tienes algo que decir, dilo ahora. Después de esto, cortaremos por lo sano y no volveremos a vernos jamás. —¿Cortar por lo sano? —El corazón de Abelardo se estremeció con fuerza ante esas palabras, y sus ojos se enrojecieron, dejando escapar un sollozo ahogado. —Glori, estos más de veinte años de relación, ¿de verdad vas a renunciar a todo? —Abelardo, ¿qué más nos queda por decir? Ya les he dejado el sitio a ustedes, "una familia". —Glori, no digas eso, ese niño no es mío —Abelardo estaba lleno de arrepentimiento—. Te lo he dicho, solo reconoceré a los hijos que tú me des... La miraba ansioso, intentando encontrar en ella algún resto de afecto, pero ella solo