Capítulo 403

“¡Vamos! ¿Te crees un héroe salvando a la damisela en apuros?” El apuesto hombre frente a Aden lo miró con una sonrisa burlona y añadió: “¡Bien! De todos modos estaba a punto de comprar un auto nuevo. Ahora tendré una excusa para decírselo a mi padre”. “¡Grandioso! Bueno… Esto es todo. Nos vamos”. Tras esa declaración, Aden tomó a Emily por el brazo para marcharse. Solo después de caminar un buen trecho, ella sacudió su mano para liberarse. “¡Oye! Gracias, yo… Debo irme”, dijo. Él se volvió hacia ella con una sonrisa: “Normalmente, soy un hombre muy ocupado, pero hoy no tengo prisa. ¿Por qué estás apurada? Te he ayudado mucho y creo que deberías agradecerme. ¡Invítame a cenar!” Aden la volvió a tomar de la mano para conducirla hasta su bicicleta, que estaba intacta. Enseguida la levantó, se montó en ella y se fue. A Emily no le quedó otra cosa que hacer, sino seguirlo. Pronto, Aden se detuvo frente a un restaurante. Nada más mirar la entrada, ella se quedó pasmada. ¡Era un restaurante